lunes, 1 de noviembre de 2010

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sábado, 6 de marzo de 2010

De lumpen, flaites y saqueos

Muchas son las emociones que se viven en estos días en Chile. El terremoto, la muerte, la destrucción, la desolación, la carencia, el hambre, la inseguridad, el temor al futuro, el frío, y todo un complejo cuadro físico-emotivo van generando una angustia que no tiene muchas vías de escape cuando las condiciones no varían.

A esto se suma la información sesgada que entrgan los medios, en particular los televisivos con su óptica particular de la realidad; para ellos la vida se mira por un lente de video; tan distinta a la óptica radial, que escucha y habla con la vida (los vivos, los sucesos, los muertos).

Minutos después del terremoto comenzaron los saqueos en distintas ciudades, incluso en Quilpué, en Quilpué hueón... Rápidamente la opinión pública se vió inundada de mensajes que nos llevan a considerar tales actos, sobre todos los ocurridos en las zonas más afectadas por el sismo, como una vergüenza nacional, una rotería y un crimen.

En facebook, casi instantaneamente se reeditó la campaña "piteate un flaite", ahora con el agregado de "saqueador". Situación que muestra esas hermosas cualidades del alma nacional: clasismo y arribismo; las cuales quedan encubiertas entre tanta obra solidaria...

Tanta publicidad contra el lumpen criminal-saqueador me hace detenerme y dudar. Y en la duda surgen las preguntas, algunas estupidas (la mayoría) y otras no tanto:

Si estos tipos no estaban organizados de antes, en espera de un cataclismo, para salir a saquear, ¿cómo se genera tanta organización, tanta rabia, tanta "soltura de cuerpo"?, ¿podrá reorientarse esa organización social para un fin "más constructivo"?

¿Quiénes son estos flaites y lumpen?, ¿en que se diferencian de mí y de otros chilenos que no salimos a destruir municipios, centros de estudio, locales comerciales y bancos?, ¿qué nos hace diferente?, o como diría una mujer despechada ¿que tienen ellos que no tengo yo?, o tal vez la pregunta es al revés: ¿qué tengo yo (nosotros) que no tienen ellos?, y ¿por qué?

Escuché a la Presidente decir que era indigno (o algo por el estilo) que bomberos haya tenido que utilizar sus recursos en apagar tiendas comerciales (grandes) por culpa del lumpen. Y si es tan indigno, ¿por qué lo hicieron?, ¿por qué no utilizaron el mínimo de los recursos en mantener acotado el incendio, dejando que se quemara la ropa, los electrodomésticos y esas cosas?, algo como lo que hacen las brigadas de conaf con los incendios forestales, y así destinar los recursos disponibles en ir en directa ayuda de los damnificados. ¿Por qué era tan importante apagar la polar?

Un carro de bomberos atropelló 4 personas que quería saquear el agua del carro, cuando iban a controla un incendio... ¿no era mejor dar esa agua, tratándola si fuese necesario, a las personas?

¿Son peores estos saqueadores, o aquellos que justificados por una guerra (un evento político-económico) y apoyados por el Estado chileno y la gerárquica institución militar saquearon la bibioteca de lima?, manteniendo en Chile (con orgullo) algunos de aquellos "trofeos de geuerra"... A mí me da lo mismo un plasma más o menos, una lavadora más o menos...

Como ven, el terremoto me sacudió la cabeza y sólo tengo dudas.

Mucho nos jactamos de nuestra solidaridad, que se manifiesta en tiempos de crisis, mientras durante los períodos de calma, nos "piteamos flaites", no dejamos entrar ordinarios a nuestras lugares de entretención, abusamos de los trabajadores que viene de paises vecinos, negamos a los demás nuestra participación en la solución de los problemas colectivos, marginándonos de los procesos políticos, transtornamos la realidad por medios publicitarios masivos, enseñamos a tener miedo de todo y todos, discriminando al de abajo, del lado y de arriba...

Pero gracias a don Francisco, vamos a levantarnos una vez más...

¡Viva Chile mierda!

viernes, 1 de enero de 2010

Feliz 2010

Como dice el dicho, no hay mal que dure cien años. Tal vez por eso es que cada año dura lo que dura, un año, y no más...

Gracias a esa mágica capacidad de contar el tiempo en ciclos, el año 2009 se acaba y comienza 2010. Pleno de esperanzas. Como si todo lo desagradable e incompleto de 2009 pudieramos dejarlo tirado en un rincón apartado; como esas ramas que tengo amontonadas en el patio, a la espera de ser transportadas a su destino final.

Cómo sea, 2009 se va, o lo dejo tirado por ahí, con sus momentos de angustias y sus triunfos sociales en la ley de propiedad intelectual.

2010 estará en el centro de la vitrina, por lo menos hasta mediados de marzo, rodeado de sus proyectos y buenos deseos.

Entre las cosas que espero lleguen: inscripción del Partido Pirata de Chile y un gran festival de la cultura libre, para celebrar el bicentenario.

Un abrazo a todos.

mvp

 
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